11 feb 2018

120.- Mario Andrade... "El valioso tiempo de los maduros"


El valioso tiempo de los maduros, de Mario Andrade (Sao Paulo 1893 – 1945) (poeta, novelista, musicólogo y ensayista brasileño)

Maravilloso mensaje, una extraordinaria reflexión a tener en cuenta, viene de lujo, leerlo con tranquilidad.







Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora… 
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente. 
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada. 
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido. 
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades. 
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. 
No tolero a manipuladores y oportunistas. 
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros. 
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos. 
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. 
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… 
Sin muchos dulces en el paquete… 
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. 
Que sepa reír, de sus errores. 
Que no se envanezca, con sus triunfos. 
Que no se considere electa, antes de hora. 
Que no huya, de sus responsabilidades. 
Que defienda, la dignidad humana. 
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. 
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido. 
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. 
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…  
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma. 
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar. 
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan… 
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia. 
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.



2 comentarios:

  1. Sin duda comparto la reflexión de todos estos pensamientos Si una mayoría de la humanidad pensara de esta manera, quizás encontráramos la tan deseada paz.
    Anónimo

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  2. Muy cierto lo que dices, muy agradecida por tu comentario y encantada de tu visita al blog
    saludos

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