30 dic 2012

15.- Conchita Alonso..." Carta a los Reyes Magos"





Quedan pocas horas para finalizar el año 2012, y a continuación vendrán los Reyes Magos, espero y deseo que vengan cargados de muchas cosas, y todas buenas, y sobre todo con un muchito de ilusión, la que necesitamos para salir adelante. Conchita ha escrito una carta especial a los Magos de Oriente para pedirles algo, aquí dejo constancia de su petición.



A LOS REYES MAGOS PARA QUE SE ENTEREN








     Toda mi vida he tenido un sentimiento muy proclive a la fiesta de los Reyes Magos. Antes, de pequeños, creíamos en la magia de los tres soberanos montados en sus camellos, procedentes de mundos lejanos y cargados de regalos, pero, después, se nos heló la sonrisa en los labios al enterarnos de que todo era mentira y en ese momento nos sentimos engañados, desencantados y dejamos de creer en aquellas falsas verdades, las primeras de otras muchas que nos iba a deparar la vida. 
    Pero es cierto que la ilusión persiste, que todos esperamos algún regalo en esa noche mágica y si les falta a los que están solos, no importa, porque igualmente ponemos nuestros zapatos y colocamos aquello que desde hace tiempo venimos deseando. 
    Pero este año no es como los demás, posiblemente hemos sido malos ¿qué digo malos? Delincuentes recalcitrantes y nos han castigado negándonos incluso el decepcionante carbón. 
    Pero ¿Quiénes son los que tan mal nos han tratado? ¿Son dignos de quitarnos lo que tanto trabajo nos había costado alcanzar? Nos han robado todo el derecho a sentirnos felices, a cumplir esa capacidad de ambicionar la mejora de nuestras vidas. Nos hemos sentido afectados en la educación, en la sanidad, en el derecho a vivir en una casa, en un trabajo para seguir aspirando, nos han dificultado el transporte cerrando las entradas más cercanas en el suburbano, ¡muy acertado para los inválidos y mayores! Nos hacen pagar medicamentos, ambulancias, esa asistencia que procuraba no dejar que muriésemos solos y olvidados, además de los distintos servicios sociales. Nos han robado el dinero de nuestros ahorros de toda una vida, reservados para no sucumbir en nuestra vejez con las míseras pensiones. Han rebajado los sueldos de manera importante y han suspendido las pagas extras de los funcionarios. Han congelado las pensiones de los mayores han subido los impuestos de todos los productos habidos y por haber, la luz, el gas, el agua, los carburantes, la contribución, los residuos, las tasas para pedir justicia, lo cual nos hará recapacitar antes de reclamar lo nuestro ¡y lo que está por venir! 
    Los sanitarios protestan, también los jubilados, los parados y las víctimas de esos desahucios que al verlos nos ponen la piel de gallina, los estudiantes, los funcionarios, todos los pobres y los de clase media. ¿A quién han respetado? Ellos sí se respetan y a los que son como ellos. Respetan a los ladrones, a los poderes más altos, a los Bancos que salen indemnes, impunes y, sobre todo, beneficiados, como si fuesen de razas superiores. ¿Dónde está la justicia que solo castiga a los más necesitados? ¿Por qué no obligan a que devuelvan lo robado y les hacen pagar su delito? ¿Por qué no son independientes? 
    Cierran empresas, despiden a empleados aumentando más el paro. En lugar de evolucionar, en este país involucionamos.    Ellos se defienden y ellos se protegen en esas altas esferas hasta la misma cúpula, a las que no se les puede tocar. A los que ante el público ponen cara de no haber roto un plato y tras de sí arrastran tanto capital como para solucionar la crisis. Yo no digo que se metan con los que más tienen si lo han ganado con trabajo y honradamente, pero sí con los ladrones que se han enriquecido a base de meter la mano. 
   ¿Cómo han podido llegar tan lejos y nosotros tan bajo por no haberlo impedido? ¿Merecemos lo que tenemos? No, ellos sí que merecen un gran correctivo. Los españoles han vivido en las nubes y ellos a base de hachazos se han aprovechado en la tierra, porque allá donde se investigue aparecen brechas enormes de corrupción, de latrocinio. Repito que no nos lo merecemos y si no que se molesten en ver la televisión y que se dignen acercarse a los numerosos barrios que lo sufren y lo vean con sus propios ojos ¡a ver si lo resisten! desde sus coches lujosos con cristales oscuros para esconderse. 
    El español aceptaría este momento crucial si no viera lo que ocurre a su alrededor, si no viera la podredumbre que sale de todo lo que se toca. Ha sido la España del despilfarro, de los manirrotos que no han sabido administrarla, y ahora nos toca a los demás pagar los platos rotos. A trozos se les tenía que caer la cara de vergüenza a esos esperpentos por mostrar la imagen de su país ante el mundo como si fuera peor que el de la más baja condición. 
   ¿Dónde está la Constitución? ¿Donde está el derecho de los españoles? Solo les falta cambiarla para seguir beneficiándose. 
    Me gustaría poder decir que se están haciendo bien las cosas, pero el resultado es el contrario. Creo que no saben cómo hacerlo, que prometen mucho y luego no están preparados. 
    Ruego a los Reyes que no se dejen engañar y que sancionen sin regalos a los que nos han castigado a los demás.


Conchita Alonso