3 jul 2016

98.- Javier Ayllón... "Tiempo de estío, tiempo de cerezas"






     Tiempo de estío.

     Las "nevadas" se suceden en los jarales de estepas,
     las jaras-laureles aparecen nevadas a comienzos de julio,
     es, su momento de esplendor,
     ofrendas a las abejas para que las visiten y…
     liben sus néctares y ambrosías.

     En el centro de sus flores,
     una aureola dorada de  polen para darse un baño
                                                               ¡bañarse  en oro!
     Es tiempo de estío, tiempo de cerezas.

     Echado sobre el heno recién cortado,
     observo a un águila culebrera
     describir círculos en esa porción de cielo que ven mis ojos.

    Nubes de algodón semejan islas en el infinito mar azul del cielo,
    algunas desaparecen engullidas por aquel,
    fijando la mirada se ven vencejos y aviones,
    vuelan  a una altura inusitada,
    perdiéndose en el añil infinito.

    Es tiempo de estío, tiempo de cerezas.

    Rodean en el prado un grupo de álamos temblones,
    tiritan con la minúscula brizna de brisa,
    tonos verdes, variedad en la paleta del pintor.
    robles, albares y melojos,
   sauces, álamos, cerezos, rosales, encinas,
   tienen verdes diferentes,
   todos únicos en un universo verde.

  Tiempo de estío, tiempo de cerezas.

   Trueno y relámpago, sonido y luz,
    voz rasgada por suspiros.
  ¿Que vino a buscar el caminante?
   Tal vez a las delicadas apolos,
   redondos ocelos rojos visitando los rosados tréboles del Prado
   tal vez buscando ese anhelo, ese quejido, ese lamento.

   Es tiempo de estío, tiempo de cerezas.
   prunellas, astrantias, polígalas, campanulas,
                                               decidme
  ¿dónde está ella?
  ¿dónde se esconde mi tristeza?

Aldeanueva de Atienza 7 de julio de 2016. Javier Ayllón