14 feb 2013

20.- Pedro Salinas... "Ahí detrás de la risa" poema



Entre mis escritores favoritos está: Pedro Salinas, el autor de este gran poema.



¡Feliz día a todos!



AHÍ DETRÁS DE LA RISA


Ahí, detrás de la risa,
ya no se te conoce.
Vas y vienes, resbalas 
por mi mundo de valses 
helados, cuesta abajo;
y al pasar, los caprichos,
los prontos te arrebatan 
besos sin vocación,
a ti, la momentánea 
cautiva de lo fácil. 
“¡Qué alegre!” dicen todos. 
Y es que entonces estás 
queriendo ser tú otra,
pareciéndote tanto 
a ti misma, que tengo
miedo a perderte así. 

Te sigo. Espero. Sé 
que cuando no te miren 
túneles ni luceros,
cuando se crea el mundo 
que ya sabe quién eres 
y diga: “Sí, ya sé”,
tú te desatarás,
con los brazos en alto,
por detrás de tu pelo,
la lazada, mirándome.
Sin ruido de cristal 
se caerá por el suelo
ingrávida careta 
inútil ya, la risa. 

Y al verte en el amor 
que yo te tiendo siempre
como un espejo ardiendo, 
tú reconocerás 
un rostro serio, grave,
una desconocida 
alta, pálida y triste,
que es mi amada. Y me quiere
por detrás de la risa.





11 feb 2013

19.- Raimundo... Ahí le aprieta el zapato, reflexiones y presentación de sus cuadros



Os presento a un nuevo colaborador: Raimundo, monitor de pintura, además le gusta bailar y escribir historias. Bienvenido y muchas gracias por compartir con nosotros tus letras y algunos de tus cuadros, todos fabulosos, eres un gran artista.


Raimundo nos habla sobre  la expresión de:  

 AHÍ LE APRIETA EL ZAPATO


Esta expresión esta sacada de un simpático cuento castellano protagonizado por un cura y un zapatero.
Este último, muy apesadumbrado, fue a visitar al párroco para contarle que quería separarse de su mujer. En un intento de disuadirlo, el cura comenzó a relatarle las cualidades de su esposa: "Es bella, es  buena cocinera, es una cristiana modelo" ... Entonces, el zapatero mostró sus zapatos al cura y le dijo:

- ¿Qué le parece este par? El párroco respondió: 
- "Me parecen unos hermosos zapatos, hechos con una buena piel y parecen cómodos". Y el artesano replicó: 
"Así es padre, pero usted no puede saber donde me aprietan". 
La frase ha quedado para ser utilizada cuando se descubre el punto débil de una persona, o algo que le molesta o duele sobremanera.
Un dicho muy parecido a éste es:  "Yo sé donde me aprieta el zapato" y proviene de una anécdota que cuenta Plutarco en sus Vidas Paralelas.
El filosofo griego cuenta que un patriarca romano tenia por esposa a una hermosa y fiel dama, y, sin embargo, la repudió. Los amigos, que no daban crédito a la decisión del patriarca, reprobaron su postura, pero él les contestó lo siguiente: 
- ¿Veis mi calzado? 
- ¿Habéis visto otro trabajo mejor, ni más elegante? 

- Sin embargo, yo sé en donde me lastima el pie.

Raimundo 









































Raimundo Martín del Campo Espada




3 feb 2013

18.- Alberto... "Conmemoración del 2º centenario de la Constitución de Cádiz"





Desde luego, no me cabe la menor duda, que… Horcajo (Alberto) es un extraordinario cronista de eventos importantes, antiguos, o lo que se tercie. Hace ya tiempo, para el centenario de de la Constitución de Cádiz de 1812, y, en febrero de 2012, Alberto escribió un artículo sobre la famosa (Pepa). Considero que es un documento muy interesante, bien elaborado y digno de leer. 
Mi agradecimiento y felicitación Alberto, por esta nueva aportación literaria tuya en el blog. Espero que disfrutéis de su lectura.
    











Conmemorando el centenario de la Constitución de 1812. La conocida popularmente como: (La Pepa), curiosamente nacida de un poder absoluto que hasta ese momento, era privilegio de la monarquía, entonces considerada absolutista y que el pueblo había heredado y aceptado como suya. Pero la invasión napoleónica con la Guerra de la Independencia, contribuyó a que el pueblo español despertara de su largo letargo de la historia. Las abdicaciones de Bayona habían creado un vacío de autoridad en la España ocupada, pese a que los borbones habían ordenado a las autoridades que se obedeciera al nuevo rey José I.
Nos cuesta creer desde la atalaya del tiempo, que la monarquía reinante hiciera tal petición a un pueblo orgulloso de su historia; muchos españoles se negaron a obedecer a una autoridad que se veía como ilegitima. Para llenar ese vacío y organizar la espontánea insurrección contra los franceses se organizaron la Juntas Provinciales que asumieron la soberanía inexistente debido a la invasión napoleónica, por ese vacío de poder, o mejor dicho de autoridad.
Las Juntas Provinciales sintieron desde un principio la necesidad de coordinarse. En septiembre de 1808 se constituyó la Junta Central, que en ausencia del rey legitimo, asumió los poderes soberanos y se estableció como máximo órgano de gobierno. Fruto de esta nueva situación, la Junta Central convocó reunión de Cortes extraordinarias en Cádiz, acto que iniciaba claramente el proceso revolucionario.
La celebración de las elecciones en situación de guerra, propició que se reunieran unas Cortes con preponderancia de elementos burgueses y cultos, procedentes de las ciudades comerciales del litoral. Sin embargo, el comienzo como en todas las revoluciones no fue fácil, y enseguida hubo dos bandos enfrentados, los Liberales, partidarios de reformas revolucionarias, inspiradas en los principios de la Revolución Francesa, y los Absolutistas, partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen,  que encarnaba la monarquía absoluta y sus  privilegios. Se impuso la mayoría liberal que aprovechándose de la ausencia del Rey, inició la primera revolución burguesa en España; con dos objetivos el adoptar reformas que acabaran con las estructuras del antiguo sistema y aprobar una Constitución que cambiara el régimen político del país.
"Cabe señalar algunas de las reformas que proponía la Constitución” ya que eran modernas para la época, como:  - Libertad de imprenta - Abolición del régimen señorial - Supresión de los señoríos jurisdiccionales, reminiscencia feudal. No obstante, la nobleza mantuvo la propiedad de todas sus tierras. Supresión de la Inquisición, abolición de los gremios, libertad económica, comercial, de trabajo, y fabricación. En conjunto unas reformas políticas, económicas y jurídicas, no conocidas hasta entonces. Esta carta se basaba en los principios, de LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD. Sin duda algo tuvo que ver, los principios de la revolución francesa, que tanto influyó en Europa.
A pesar de que sirvió para despertar al pueblo del letargo de siglos absolutistas, donde la monarquía se consideraba un poder intocable; no fue nada fácil su elaboración. En su formación intervinieron representantes de las colonias de América que depositaron toda la organización del Estado en la capacidad representativa y administrativa de las diputaciones provinciales, como instituciones capaces de canalizar, administrar y recaudar, las pretensiones y necesidades del criollismo de cada provincia. Esto provocó una doble reacción, por una parte el rey se opuso al federalismo, dado que los Estados federales o confedérales tenían la república como forma de Estado.
Con el regreso de Fernando VII, vuelve a renacer en el pueblo español lo que hoy conocemos como las “Dos Españas” ¿Cómo es posible que visto el comportamiento de egoísmo por un lado, y cobardía por el otro, de este monarca, parte del pueblo le aclamara como “El Deseado”Sin lugar a dudas, hoy con los medios de comunicación e Internet, no se hubiera producido. En su defensa puedo aducir que a los hombres hay que juzgarlos en la época en que viven, quizás ahora, no seríamos ecuánimes a la hora de calificarlos.
El pueblo que a veces, cuando juzga se equivoca, y esta vez lo demostró, no con la aprobación de la Constitución de Cádiz que le aceptaron como rey legítimo; cosa que a lo mejor no tenían que haber hecho, no se lo merecía, pero con unas normas que él acepta en principio, para en la primera oportunidad que se le brinda sin pensar en los sagrados principios que había refrendado y jurado, pisotea la libertad alcanzada, con sangre, con sudor y lágrimas, por el pueblo que logró restablecerle en el trono. Cuando las cosas se empezaron a poner mal, el rey vuelve a aceptar la Constitución con aquella frase tan histórica, como hipócrita: Marchemos por la Senda Constitucional, y yo el primero”. Vuelve a cometer otra felonía. Vuelve a engañar al pueblo apoyado por lo más bajo de la sociedad, de aquellos, cuyo egoísmo no tiene límites, que lo único que querían era los privilegios de los señoríos y mayorazgos. 
El federalismo, era sinónimo en aquellos momentos de democracia, asociada a elementos de disolución del Estado absolutista, y por ello se les consideraba “anárquicos”.
En segundo lugar la propuesta federal de los americanos, provocó una reacción cada vez más centralista entre los liberales peninsulares, que insistían en que la soberanía nacional (al ser indivisible) no podía delegarse en modo alguno en diputaciones provinciales, y la maquinaria administrativa debería ser manejada solo desde la Península.; aquí aparece el error de los liberales, no exento de egoísmo, ante el poder económico que se confería a las colonias que hasta entonces, habían permanecido fieles a la metrópoli.
Tras la década absolutista, frustrada la opción autonomista gaditana, el nacionalismo ultramarino optó por la insurrección armada, lo que condicionó la situación final revolucionaria española, hasta el triunfo de la independencia de las colonias de América. Las Cortes estuvieron compuestas por algo más de trescientos diputados, de los cuales cerca de sesenta fueron americanos. Esto me recuerda al experimento del franquismo con las colonias del Norte de África cuando solemnemente se nombraban procuradores en Cortes a los representantes de esas provincias que solo se representaban asimismo, como se demostró poco después, que hubo que darles la independencia. Hasta la década de 1820, la mayor parte del criollismo, era autonomista no independentista. Podían asumir todas las cuestiones de política interna, lo que implicaba la descentralización política y económica. Ellos concebían una soberanía a tres niveles la nacional representada en las Cortes, la provincial en las diputaciones y la municipal que residía en los ayuntamientos. Me viene a la memoria el hecho, de actual Estado Autonómico, donde las autonomías solicitan cada vez más competencias, y por esta causa, manejan cada vez más dineros de los presupuestos, dejando al Gobierno con ministerios en los que da la sensación de que no sirven para nada, o que la duplicidad de funciones, solo sirve para conflictos administrativos, o cuando hay fallos, pasarse la pelota de la responsabilidad.
La lección que sacamos de la primera Constitución es que a partir de su promulgación, el cambio experimentado en España fue espectacular; sin embargo, fue a partir de entonces las colonias de América se emanciparon de la Corona española, aprovechándose del vacío de poder y confusión derivado de la invasión napoleónica; que por otro lado, es un hecho que tarde o temprano, tenía que tenía que llegar.
La vigencia de esta, desde su promulgación fue de dos años, hasta marzo de 1814. Con la llegada de Fernando VII a pesar de su solemne declaraciónpasaría derogarla un poco después para volver al estado absolutista. Volvió a estar vigente en el periodo de (1820-1823), en el conocido como Trienio Liberal, así como un breve periodo de (1836-1837) en los que prácticamente no entró en vigor. Al juzgar este periodo histórico de nuestra historia; a ti lector, te invito a reflexionar con la sola experiencia de mis muchos años, y mirándonos en nuestro espejo de la política actual, a reflexionar igual que yo lo hago aquí:
<< Los pueblos necesitan una Carta donde queden reflejados los derechos y obligaciones por los que se deben regir los ciudadanos, que sirvan de guía para gobernantes, y gobernados, y si alguno traspasa, o interpreta mal su contenido, dejar que tribunales independientes puedan juzgar libremente, y que todos aceptemos el juego limpio; de lo contrario podemos volver a revivir la historia. Los pueblos son capaces de aprender de sus errores, pero no siempre lo logran por las dificultades que surgen en el camino. Hasta la segunda guerra mundial, países como Alemania y Japón, eran de tradición autoritaria, con escasa, o nula cultura democrática; necesitaron una derrota total en una guerra mundial para cambiar, y vaya que han cambiado>>.
La libertad, uno de los dones por lo que afana el hombre con todo derecho, debe ser defendida y registrada en su Constitución y respetada por todos, eso puede contribuir a la anhelada paz, tan deseada como la libertad. Ambas deben coexistir para el equilibrio de la vida en nuestro planeta.