Tiempo
de estío.
Las
"nevadas" se suceden en los jarales de estepas,
las jaras-laureles aparecen nevadas a
comienzos de julio,
es, su momento de esplendor,
ofrendas a las abejas para que las visiten y…
liben sus néctares y ambrosías.
En
el centro de sus flores,
una
aureola dorada de polen para darse un
baño
¡bañarse en oro!
Es
tiempo de estío, tiempo de cerezas.
Echado
sobre el heno recién cortado,
observo a un águila culebrera
describir círculos en esa porción de cielo que
ven mis ojos.
Nubes
de algodón semejan islas en el infinito mar azul del cielo,
algunas
desaparecen engullidas por aquel,
fijando
la mirada se ven vencejos y aviones,
vuelan
a una altura inusitada,
perdiéndose en el añil infinito.
Es
tiempo de estío, tiempo de cerezas.
Rodean
en el prado un grupo de álamos temblones,
tiritan con la minúscula brizna de brisa,
tonos
verdes, variedad en la paleta del pintor.
robles,
albares y melojos,
sauces,
álamos, cerezos, rosales, encinas,
tienen
verdes diferentes,
todos únicos en un universo verde.
Tiempo
de estío, tiempo de cerezas.
Trueno
y relámpago, sonido y luz,
voz
rasgada por suspiros.
¿Que
vino a buscar el caminante?
Tal
vez a las delicadas apolos,
redondos
ocelos rojos visitando los rosados tréboles del Prado
tal vez buscando ese anhelo, ese quejido, ese
lamento.
Es
tiempo de estío, tiempo de cerezas.
prunellas,
astrantias, polígalas, campanulas,
decidme
¿dónde está ella?
¿dónde
se esconde mi tristeza?
Aldeanueva
de Atienza 7 de julio de 2016. Javier Ayllón