5 jul 2014

74.- José Luis...Es un día


Muy agradecida  José Luis por compartir con nosotros tus reflexiones, un placer leerte, no dejes de escribir, un abrazo.





    Es un día quizás como otro cualquiera, en apariencia, aunque sé que todos los días tienen matices distintos y que los hacen únicos. Hoy es un día lluvioso, gris, hace rato que las pequeñas gotas de agua golpean el cristal de la ventana. Contemplo pacientemente como surcan hacia abajo esas pequeñas gotas, cada una por su camino hasta desaparecer y amontonarse unas con otras en el marco de abajo de la ventana, ensimismado miro más allá, hay aves en el cielo surcando los vientos impetuosos, buscando algún refugio que las proteja del tiempo. Arrecia el temporal y los postigos pareciesen que fueran a desprenderse, los deje abiertos a propósito,  quizás esperando que los arrancase y se los llevase lejos de mí, pero aguantan a pesar de las sacudidas del viento.



   
Revuelto en mis pensamientos pasa el tiempo, y después de un rato amaina la tormenta, dejando todo en quietud, pero es una quietud tan opresora que deja que escuche mis latidos con una asombrosa nitidez y llega hasta mis oídos en un retumbe ensordecedor. Mi cuerpo esta rígido, como paralizado, vislumbrando un hermoso atardecer, que aunque el sol está ausente, me conmueve el paisaje y me regocijo en el. Consciente de este instante estoy, y eso es especial, de un momento mágico que percibo de lo que me rodea, todo me habla continuamente y me doy cuenta, las hojas del árbol bailando y cantando suavemente su dulce canción, las aves que sobrevuelan y que invitan a la imaginación, las nubes que corren al viento como si de una carrera se tratase, las pequeñas gotas salpicando el suelo como campanillas, incluso los postigos que ahora se mueven ligeramente con sus quejidos de bisagras, todo es clamor escucharlo, y no necesito invitación para esto, es una orquesta que pareciese no ordenada,  sin embargo la escucho sublimemente ordenada, donde me encuentro y percibo participe de ello...