13 ene 2014

45.- Conchita..." Desgarros"





                                                     
Inmersa en recuerdos y añoranzas, hoy
                                                                                  toca desgarrarse un poco el corazón.
                                                                                  Mañana amanecerá un nuevo día.


     Hoy al abrir los ojos he notado un sentimiento extraño. No estoy triste ni reboso alegría, no deseo compañía ni quedarme sola, ni llorar ni reír, simplemente estoy rota por dentro.

     Siento que no me reconozco, como si la luz no se hubiese hecho para mí, ni el sol ardiese para calentarme, ni la noche para sumirme en los más desconcertantes sueños. Solo vivo por vivir, con los sentidos dormidos, sin saber qué rumbo emprender. A veces me canso del silencio que me sigue, no hay señales que me indiquen un camino amigo ni un rayo que entre en mi vida.

     Mas que sola, me encuentro fuera de la realidad, con el único pensamiento de desaparecer y asomarme a otro lugar diferente, en donde nada tenga valor material, en donde no haya que luchar por sobrevivir, ni siquiera por respirar, en donde no sea un mundo parecido y no sufras por no amar o por amar intensamente,  ni tengas que olvidar, ni recordar lo que sufriste alguna vez, que las cosas sean lo que son y no lo que aparenten.

  Siento que estoy echando marcha atrás, que estoy olvidando lo que viví, como si retrocediese al lugar de donde vengo, a ese mundo desconocido o inexistente que nos mata la memoria de lo vivido para volver a nacer en otro cuerpo, en otra mente, con otras huellas y rostro diferente.

   No quiero añorar a los seres queridos ni al amor que intentó serlo. No quiero evocaciones malas, ni las buenas que nunca volverán. Tampoco quiero llorar por lo perdido ni por lo que pudo ser y no se hizo realidad. Solo queda cerrar los ojos y volver a sumirme en un sueño que repare los desgarros que brotan en el corazón.


   Mañana, al despertar, todo será diferente, las nieblas habrán desaparecido y volverá a brillar esa luz que todos llevamos dentro. Todo es cuestión de calibrar los sentimientos y la vida que nos quede por vivir.


Conchita Alonso